Anillado

PROCESO DEL ANILLADO

Anillado

 

El anillado de los canarios es imprescindible si queremos concursar con nuestros ejemplares, para ello, deberemos estar asociados a una federación de canaricultores. Allí nos suministrarán las anillas con nuestro propio número de criador, lo que identifica a nuestros pájaros y a nosotros como sus criadores.

La anilla debe ser metálica  de material plástico, donde figure el año de nacimiento del animal, la federación a la que pertenece y el número propio de criador. El tamaño para los canarios es de 3 mm. y debe ser ineludiblemente cerrada.

Además de estas anillas existen en el mercado y disponibles en tiendas especializadas, anillas cerradas donde consta el año de nacimiento y una serie de números, que si bien no sirven para competiciones, sirven para identificar el ejemplar.

Como hemos dicho en el apartado interior, deberemos anillar a l os pequeños hacia el octavo día de vida, momento en el que las patas no tienen la rigidez definitiva y se puede pasar la anilla sin peligro de hacerles daño.

Para ello procederemos según la secuencia fotográfica, sobre una mesa, cubierta por un paño para evitar que un accidente lleve algún pollo al suelo, lubricaremos bien las patitas del animal a fin de no causarle ningún daño, comprobando antes de iniciar la introducción total de la anilla, que los tres dedos delanteros están en el interior de la misma, de otro modo podríamos lesionarlo.

En días sucesivos iremos comprobando que la anilla se encuentra en su lugar, que ningún dedo se ha introducido de nuevo en la anilla o que los padres no la han quitado.

El hecho de iniciar el anillado cuando los pollos depositan las heces en el aro exterior del nido, no es casual, es en ese momento cuando los padres dejan de limpiarlo y por tanto de inspeccionar su interior, así las anillas pasan inadvertidas por los progenitores, no corriendo el peligro que intenten quitarlas, hecho que en innumerables ocasiones ha dado con la anilla fuera del nido y en caso de no poder arrastrarla, lo harían con el pichón, tirándolo al fondo de la jaula.

Por ese mismo motivo, utilizamos cinta de esparadrapo, para evitar el reflejo metálico de las anillas en el interior del nido, hecho que resultaría extraño y llamaría la atención de los padres.